Cada verano, las carreteras españolas se cobran la vida de decenas de conductores a causa de imprudencias, malas prácticas al volante, exceso de velocidad, cansancio acumulado, consumo de estupefacientes, etc. Uno de los motivos de muchos accidentes es el mal estado de nuestro vehículo.
Aunque el desgaste de nuestro coche es inevitable, sí podemos adoptar una serie de medidas preventivas para no tener ningún disgusto en el camino. A continuación, en Valsuhe Suministros Industriales, te mostramos qué debes hacer antes de salir de viaje para evitar averías en tu coche.
Revisión del estado de las ruedas
Por un lado, debemos saber si el dibujo de los neumáticos es suficiente para garantizar un buen agarre. Sobre todo cuando el pavimento está mojado, unas ruedas desgastadas pueden originar un accidente fatal. Para comprobarlo, coja una moneda de un euro e introdúzcala en las hendiduras de la goma como se indica en el siguiente vídeo.
En segundo lugar, revise el nivel de presión de inflado. Siempre debe hacerlo con los neumáticos fríos, es decir, antes de salir de casa o habiendo circulado muy pocos kilómetros para que no cojan temperatura. Tenga cuidado con los manómetros de las gasolineras porque muchos no funcionan o no son exactos. Si tiene que ir de gasolinera en gasolinera, las ruedas se calentarán y la presión se verá alterada antes de su medición.
Para no jugársela, nosotros recomendamos el hinchador de neumáticos Ratio. Simplemente se emboca a la salida de aire de la rueda y el aparato le dirá cuántos bares de presión tiene. Para saber si están demasiado bajos o demasiado altos, busque en la propia rueda el tamaño que monta actualmente delante y detrás. Cada coche lleva una pegatina donde indica qué presión es la adecuada para cada modelo. La encontrará en la tapa del depósito o en el marco de la puerta del conductor. Compruébelo y determine si el neumático necesita más aire o menos.
Comprobación de los niveles
El líquido de frenos y el aceite son dos componentes indispensables para el buen funcionamiento del motor. Levante el capó de su vehículo y busque el depósito de cada uno. Si no sabe cuáles son, acuda al libro de instrucciones donde estará indicado. Abra el depósito y con la varilla que incorpora, compruebe que hay la cantidad suficiente. La propia varilla tiene una marca que indica el nivel mínimo necesario. Si está por debajo, puede comprar una garrafa en una gasolinera o en una tienda de recambios y añadirle usted mismo.
Atención: un nivel demasiado bajo de aceite puede provocar que el motor de su coche se gripe. La ausencia de líquido de frenos provocará que las pastillas se sobrecalienten y, literalmente, su vehículo deje de frenar.
Señalización óptima en caso de emergencia
Tomando medidas de prevención, reducimos la probabilidad de avería; no obstante, si nuestro coche fallase, lo que debemos hacer es mantenernos a salvo hasta que venga la grúa. Hasta ahora, solo existían los triángulos de emergencia, que había que colocar a unos 100 metros detrás del vehículo. Pero, ¿es seguro caminar esa distancia por una autovía junto a camiones y coches que circulan a 120 km/h?
Esa maniobra pone en peligro al peatón y, para evitarlo, la DGT y el Gobierno han aprobado este año una nueva luz de emergencia que se pone en el techo del vehículo, sin necesidad de bajarnos de él. Hace unos meses te contamos todos los detalles sobre ella en este post.
Escuche a su vehículo
Un par de semanas antes de viajar, preste atención a cualquier tipo de ruido anómalo que pueda provenir del chasis, el motor, los amortiguadores, los frenos, el cambio de marchas, la dirección o el volante. Si detecta que algo puede ir mal, acuda inmediatamente al mecánico. Es preferible arreglar una avería incipiente antes de realizar un trayecto largo, puesto que con la circulación prolongada lo más probable es que se rompa de camino a su destino y le fastidien las vacaciones.
Mire debajo del coche
Otro pequeño truco que nos puede indicar si el coche tiene alguna fuga es mirar en el suelo de nuestra plaza de parking. En verano, lo habitual es que el vehículo suelte agua por el tubo de escape pero no es preocupante, es por el uso del aire acondicionado. A lo que sí debemos estar atentos es a las manchas de grasa o líquidos pegajosos, con lubricante, que se acumulan en el suelo.
Por ejemplo, si su coche pierde líquido hidráulico, cuando se marche a trabajar por la mañana, verá que se ha hecho un charco viscoso por la noche, con un tono rojizo o anaranjado. Además, al girar al girar el volante, percibirá que la dirección hace ruido y está más dura de lo habitual. Es el momento de revisarlo.
Si ha notado que hay manchas preocupantes en su plaza pero no sabe qué le ocurre al coche, acuda a su mecánico de confianza para que le eche un vistazo, especialmente antes de marcharnos de vacaciones.
¿Y qué más?
A modo de recordatorio, también recomendamos comprobar otros aspectos:
1- ¿Funcionan correctamente todas las luces del coche, incluida la antiniebla? Mírelo
2- Eche más líquido en el limpiaparabrisas para quitar los múltiples insectos que impactan contra el cristal.
3- Asegúrese de que todos los cinturones sostienen y se abrochan perfectamente.
4- Coja más de un chaleco reflectante por si tuviera que bajar del coche usted o su familia.
5- Llene el depósito y no apure el combustible si no quiere tentar a la suerte y romper la bomba de la gasolina en pleno trayecto.
Estas son solo algunas de las indicaciones que nosotros hemos considerado oportunas para que los clientes de nuestra ferretería industrial viajen seguros y tranquilos. Por supuesto, recuerde no exceder los límites de velocidad, pare cada cierto tiempo incluso aunque no esté cansado y bajo ningún concepto conduzca bajo los efectos del alcohol ni otras sustancias.
¡Les deseamos un feliz viaje, disfruten del verano!