En España, la preferencia de los ciudadanos respecto a sus hogares es clara: el 45% de los clientes que mejoraron sus viviendas este primer trimestre de 2021 solicitaron que sus casas fueran más eficientes energéticamente.
Esta es la conclusión a la que han llegado los especialistas del portal web Habitissimo tras el estudio que han realizado, aprovechando la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
Las cifras del mes de abril han revelado que las viviendas de nuestro país son un 15% más sostenibles que el mismo periodo del año anterior. Este incremento se debe al creciente grado de concienciación de la sociedad española con aspectos como la descarbonización de la construcción, la reducción de la contaminación o la apuesta por energías renovables.
En la lucha contra el cambio climático, en España, los edificios juegan un papel importante. Se estima que los hogares son los responsables del consumo del 40% de la energía nacional. Asimismo, el 36% de las emisiones de CO2 proceden de los unidades domésticas.
Las estadísticas de Habitissimo muestran que, para paliar estos efectos, los españoles hemos recurrido a la instalación de placas fotovoltaicas. De hecho, este servicio ha sufrido un aumento del 396% en apenas 2 años.
Otro de los indicadores más destacados son los puntos de recarga eléctrica. Los vehículos híbridos y 100% eléctricos han irrumpido con fuerza en el mercado automovilístico. En consecuencia, las residencias deben adaptarse a las necesidades y, por ello, en los primeros tres meses de 2021, la instalación de estos puntos de recarga sufrió un crecimiento del 206%.
Casas prefabricadas de madera
Además de adaptar nuestros hogares para que sean más respetuosos con el medio ambiente, los españoles también estamos apostando por un tipo de casas más ecológicas. Son las viviendas construidas con madera certificada.
Pero, ¿nos estamos cargando el bosque? No, esta es una falsa creencia. En España, existe un grave problema de gestión forestal, un elevado porcentaje de bosques está mal gestionado o abandonado. Por eso, si se regulase, la industria maderera podría aprovechar los árboles como material de construcción inagotable y de origen natural.
Para asegurar una explotación sostenible, existen organismos como FSC, que se encargan de supervisar esta actividad bajo una certificación. La madera de esos árboles es tratada químicamente para mejorar su resistencia y así poder usarla en un edificio.
La madera es un material que genera menos impacto medioambiental que el hormigón, sirve como sumidero de CO2 gracias a la capacidad de las plantas para absorberlo, es renovable y reutilizable, reduce los plazos de construcción y actúa como aislante térmico.
Los beneficios de la madera han provocado que la construcción de estas Passivehaus (llamadas también «casas pasivas») se haya disparado en los últimos meses. Tanto las constructoras como los inquilinos están descubriendo que el futuro de los hogares pasa por utilizar este material.
Fuentes: Cicconstrucción y Construible