Los electrodomésticos y los dispositivos electrónicos están diseñados para romperse. Triste pero real. Las empresas tecnológicas comercializan sus productos calculando su vida útil, es decir, programando los años que van a pasar antes de que se rompa. Bajo ese criterio, las marcas también ensamblan sus piezas con la intención de que, cuando empiecen a fallar, la reparación sea inviable o bien que sea más barato comprar uno nuevo.
Para acabar con estas prácticas más que cuestionables, la Unión Europea ha aprobado una normativa que defiende el derecho de los consumidores a reparar con más facilidad un electrodoméstico. ¿Es este el fin de la obsolescencia programada? ¿En qué consiste esta norma?
Te lo explicamos a continuación pero antes, echa un vistazo a este vídeo sobre la iniciativa Millor que nou! que lleva 12 años enseñando a los usuarios a arreglar ellos mismos los aparatos.
Al año, cada ciudadano europeo genera más de 16 kilos de basura tecnológica. Para reducir estos residuos, el Parlamento Europeo va a obligar a los fabricantes a que diseñen sus electrodomésticos con el compromiso de que los consumidores podamos restaurarlos sin dificultad, como mínimo, durante los primeros 10 años tras la compra. Es decir, a partir de ahora,
¿Qué dice la nueva norma europea?
Vamos a explicarlo con un ejemplo. Juan se compró esta cafetera Nespresso en marzo de 2019 y le costó alrededor de 120 euros. Dos años después se le ha roto y cuando la lleva a un taller especializado o una ferretería, le dicen que la reparación no se puede realizar. ¿El motivo? La máquina de café está ensamblada con unos tornillos especiales que no se pueden aflojar y, por tanto, para abrirla hay que romperla. La única solución es tirarla a la basura y comprarse una nueva.
Si Juan se compra ahora esa misma cafetera, dentro de dos años no tendrá ese problema porque, por ley, la empresa que lo ha fabricado deberá:
- Facilitar el acceso a la compra de piezas de repuesto compatibles con ese modelo.
- Reducir el precio de venta de los recambios para que no resulte más cara la reparación que la compra de otro dispositivo.
- Simplicar los procesos de reparación y agilizar los tiempos de trasporte de las piezas.
- Hacer más accesible la apertura del aparato para que seamos capaces de repararlo nosotros mismos.
- Incluir un manual de instrucciones en cada repuesto, con las indicaciones adecuadas para llevar a cabo la reparación.
- Establecer unos indicadores numéricos y cromáticos que informarán del grado de reparabilidad del electrodoméstico. (Del 1 al 10 y de rojo a verde)
- Extender la garantía de un producto hasta aproximarse al periodo de vida útil estimado. (Europa no obligará a ello pero sí insta a las empresas a hacerlo).
¿Qué es la obsolescencia programada?
Aunque hemos explicado, a grandes rasgos, lo que significa este término, es posible que todavía tengas dudas sobre él o quieras profundizar sobre este aspecto. En el estos dos vídeos puedes aprender de una manera didáctica qué es, cómo se aplica y por qué es insostenible.
Ya en 2013, las encuestas del Eurobarómetro de la UE reflejaron las prioridades que tenemos los europeos sobre la reparación de la tecnología: el 77% de los ciudadanos preferimos reparar nuestros dispositvos antes que comprar unos nuevos mientras que el 79% opinamos que las marcas deberían estar obligadas por ley a facilitar la reparación o sustitución de sus piezas. Han pasado 8 años pero por fin la Unión Europea ha legislado. La aplicación de la norma los próximos años medirá la efectividad de la misma y nos dirá si ha servido de algo.
En Valsuhe Ferretería Industrial queremos saber tu opinión. Déjanos en los comentarios qué te parece la nueva regulación de la UE, si crees que va a acabar con la obsolescencia de los electrodomésticos o si debería ser más dura.